Mario Moncada aseguró que el cambio de grama de “primer mundo”, sigue viéndose como un delito por la “narcodictadura”.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), llegó este miércoles hasta las instalaciones del estadio Nacional “Chelato Uclés” de Tegucigalpa, para continuar con la investigación por las supuestas irregularidades en el cambio de grama híbrida, que recién fue inaugurada con el juego de la gran final entre Olimpia y Olancho FC.
En ese sentido, el portavoz de la ATIC, Jorge Galindo, indicó que, “se investiga todo el proceso de licitación del engramillado, así como su adquisición e instalaciones”.
Además, dijo que la investigación de la grama que tuvo un costo de 32.4 millones de lempiras, “durará el tiempo que sea necesario”.
Galindo dejó claro que, puede haber otras inspecciones de acuerdo a lo que vaya surgiendo con la investigación.
Reacción de Condepor
Tras conocerse la noticia que agentes de la ATIC llegaron hasta el recinto deportivo, rápidamente reaccionó el titular de la Comisión Nacional de Deportes (Condepor), Mario Moncada, asegurando que el cambio de grama de “primer mundo”, sigue viéndose como un delito por la “narcodictadura”.
“Instalar grama del primer mundo en el Estadio Nacional sigue viéndose como delito por la NarcoDictadura representada en el MP y la ATIC quienes supervisan grama en estos momentos a petición de fiscal Patricia Rivera”, indicó a través de su cuenta de Twitter.
Cabe señalar que, la grama híbrida está compuesta por grama natural y grama sintética. Generalmente el césped conlleva un 96 por ciento de grama natural por un 4 por ciento de fibras sintéticas de plástico. Esto potencia la estabilidad y durabilidad del terreno de juego, lo que ayuda a reducir las lesiones de los jugadores y darle mejor fluidez al fútbol.
Actualmente, la mayoría de estadios a nivel mundial, como el del Real Madrid, Inter de Milán y FC Barcelona cuentan con este tipo de superficie, sin embargo, desde varios sectores han cuestionado que en estos recintos mundiales ha sido a menor costo.
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