En un ambiente lleno de fervor religioso, los fieles conmemoraron la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo en la celebración del Domingo de Ramos, fecha que marca el inicio de la Semana Santa
Con una procesión que inició desde el templo de El Calvario ubicada en el barrio abajo rumbo a la Catedral Metropolitana en la capital, los creyentes con sus ramos en mano y cantos alusivos a la peregrinación participaron en la celebración de la misa de Domingo de Ramos, donde se leyó el relato de la Pasión de Cristo.
La ceremonia fue oficiada por monseñor José Vicente Nácher, arzobispo de Tegucigalpa, quien invitó a la feligresía a consagrar este tiempo para reflexionar en la muerte y resurrección de Jesucristo y fortalecer la fe y devoción en Dios.
"Esta no es una semana más, es un tiempo santo y de santificación, es un llamado a esperar con fe, celebremos la obediencia de Jesús para salvación nuestra", exhorto el arzobispo.
El inicio de la semana santa es marcado con la bendición de las palmas que llevan todos los fieles en sus manos, recordando lo que relata la biblia cuando Jesús iba montado en un asno y sus seguidores lo recibieron cantando "bendito el que viene en el nombre del señor".
Cuando Jesús entró en Jerusalén fue aplaudido con palmas en manos, las cuales para los judíos era un símbolo de fecundidad y riqueza. La palma es bendecida por el sacerdote y colocada en un lugar especial durante la semana santa.
En la celebración participaron niños, jóvenes, adultos y ancianos quienes organizaron con devoción la peregrinación y las coloridas alfombras representando la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén.
Las procesiones se realizaron a nivel nacional organizada por la feligresía católica, los fieles exclamaban "la iglesia está viva, Jesús está vivo".
Yorumlar