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Con cambio de nombre, pero con la misma esencia. El Congreso Nacional dio luz verde al Fondo Departamental, ahora denominado “Fondo Social Comunitario”, con la aprobación de 900 millones de lempiras de presupuesto.
En ese sentido, los diputados propietarios y suplentes recibirán 6.5 millones de lempiras anuales para que puedan gestionar proyectos a través de las diferentes instituciones gubernamentales o alcaldías municipales.
El proyecto ha generado repugnancia en diversos institutos políticos y organizaciones de sociedad civil, por considerarla una piñata legislativa que busca comprar la conciencia y chantajear a los parlamentarios.
Desde la bancada del Partido Liberal de Honduras (PLH) son del criterio que lo que antes era malo, hoy sigue siendo peor.
El diputado liberal Marlon Lara expresó que desde el 2006 que se aprobó el Fondo Departamental en el gobierno del presidente José Manuel Zelaya, él se opuso debido a que en ese año se enviaron al hemiciclo legislativo mil millones de lempiras del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), los cuales no fueron invertidos.
“En aquel momento yo fui claro y dije que la iniciativa generaría desprestigio y desconfianza para el Congreso Nacional y la historia hoy me da la razón, porque los diputados no ejecutaron el presupuesto y por ello en la actualidad hay más de 380 parlamentarios que están siendo investigados por falta de liquidación” detalló Lara.
Según Lara, el congresista no tiene capacidad de ejecución porque necesitaría un departamento de ingeniería, supervisión, auditoria y contabilidad y quienes cuentan con todos los recursos son los gobiernos municipales.
“Es algo que no es correcto, lo están utilizando para comprar conciencias en el Congreso Nacional y como bancada nos oponemos a ser cómplices de ese despilfarro”, expresó
Por otro lado, la diputada del Partido Nacional María Antonieta Mejía lamentó que el actual gobierno y sus parlamentarios quieran contribuir a la creación de mecanismos que por años se han convertido en facilitadores de actos de corrupción.
A criterio de la legisladora el partido Libertad y Refundación, está siendo incoherente con su discurso y está haciendo todo lo que antes criticaba “el pueblo le dio el poder absoluto a la presidenta Xiomara Castro, para que ejecute el presupuesto a través de sus secretarías de estado, los diputados estamos para legislar, no para ejecutar proyectos”, mencionó.
Agregó que como bancada nacionalista no se oponen a que se ejecuten proyectos sociales, en salud, educación e infraestructura, pero que se realicen con el presupuesto general que ya fue aprobado por el Congreso Nacional y distribuido a través de las entidades gubernamentales.
Mejía declaró que el presidente del Poder Legislativo Luis Redondo manifestó que cada parlamentario deberá enviar una solicitud para el uso de los fondos, es decir que según su interpretación el uso de estos sería opcional para cada congresista.
Es por ello que como nacionalistas están en todo el derecho de rechazar los “fondos sociales” debido a que el pueblo hondureño les eligió para crear y reformar leyes en beneficio de la población y derogar aquellas que sean perjudiciales.
“Creería que es optativo de cada parlamentario de como hará el uso y si no lo toma también tiene que respetar el derecho de no tomarlo y más bien enviarlo a esos hospitales que sufren por falta de medicamentos” exteriorizo la legisladora.
Por su parte, el diputado del Partido Libertad y Refundación Manuel Rodríguez, explicó que los 13 millones de lempiras (entre el propietario y suplente) son aparte de los 300 mil lempiras que recibieron como subvención cuya liquidación de los fondos deberán presentarla ante el Congreso Nacional, el Tribunal Superior de Cuentas y el Consejo Nacional Anticorrupción
Además, exteriorizó que de los 300 mil lempiras de subvención dados hasta Semana Santa él invirtió en la pavimentación de una calle de la colonia Nueva Suyapa de Tegucigalpa.
“Si los cachurecos, los liberales y los de Libre no lo invierten y se los roban, entonces van a ir al mamo (cárcel)”, expresó el parlamentario oficialista.
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