Continúan conflictos en el sistema sanitario nacional

El principal centro asistencial de Tegucigalpa, el Alonzo Suazo, contabiliza seis días tomado por colectivos de LIBRE y en la zona norte, luego de 36 días, destituyen al director del Hospital de El Progreso.

Por Claudia Díaz

La viceministra de salud, Nerza Paz, comunicó este día la separación del director del Hospital de El Progreso, Yoro, Edgar Murcia, luego de 36 días de protestas protagonizadas por un grupo de campesinos y colectivos de LIBRE, quienes reclamaban la remoción de las autoridades. En las protestas se registraron confrontaciones, violencia e intimidaciones, que fueron controladas por la Policía Nacional.

También fueron removidos de sus cargos el administrador del hospital, Marvin Alvarado, y el jefe de personal, Cristian Meléndez. Tras anunciarse los despidos, regresó la calma al centro asistencial y el personal de salud se dedicó atender la ciudadanía en medicina general y otras especialidades luego de seis días del cierre total por dichas manifestaciones.

De momento, se nombrará a tres médicos que asumirán la dirección del Hospital El Progreso, rindiendo un reporte a las autoridades de la Secretaría de Salud sobre las condiciones del centro asistencial.

No obstante, en la ciudad de Tegucigalpa continúa tomado el Centro de Salud Alonso Suazo por representantes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) bajo las exigencias del cumplimiento de nuevos nombramientos.

Los empleados administrativos y personal médico del centro de salud se han presentado fielmente y no se les permite el ingreso por los manifestantes. "Nosotros cumplimos con nuestro deber de presentarnos y marcar, ya si ellos no nos dejan ingresar y aún no logran acuerdos con el ministro o las autoridades no es problema nuestro," expresó un empleado administrativo.

Una ciudadana en período de gestación, quien solicito no se revelara su nombre, denunció: "Yo estoy lista para en unas semanas dar a luz y desde la semana pasada vengo y no hay atención. Yo necesito que se me atienda, es preocupante esta situación."

Los protestantes aseguran que no soltaran las instalaciones del centro de salud hasta que se despidan a los empleados que son afines al gobierno anterior y se les nombre a ellos, aduciendo que merecen las oportunidades laborales.