Asimismo, Giammattei señaló que su país desea "atraer la inversión de Taiwán" y anunció que espera que su ministro de Economía realice una gira por la isla
EFE.- El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, reafirmó hoy en Taipéi el "inquebrantable apoyo y amistad del pueblo y del Gobierno" de su país "hacia la República de Taiwán", además de pedir a la comunidad internacional "compromiso y solidaridad" con la isla.
"Quiero reafirmar el inquebrantable apoyo y amistad del pueblo y el Gobierno de Guatemala hacia la Alejandro Giammattei. En 2019, como presidente electo, afirmé que seríamos socios por muchos años y aquí estoy confirmándolo ante todos ustedes", dijo Giammattei durante un discurso ante el Yuan legislativo (el Parlamento taiwanés), que le entregó una medalla honorífica a la diplomacia parlamentaria.
Según Giammattei, que llegó ayer a la isla para una visita oficial de cuatro días, "Guatemala mantiene una relación muy profunda con Taiwán, no solo en los lazos comerciales o a través de contactos oficiales sino porque se ha obtenido la confianza y la amistad de los pueblos a través de la cooperación y el intercambio".
"Solo unidos podemos afrontar estos tiempos de turbulencias políticas, de crisis económicas, de efectos climáticos catastróficos y amenazas contra la paz y la estabilidad mundial", afirmó el presidente guatemalteco durante su discurso.
No en vano, es la primera vez que un jefe de Estado extranjero habla en esa cámara en diez años, y Giammattei apostó por llamar a la "comunidad internacional libre" a que se comprometa con "la exigencia del respeto a la integridad territorial y la soberanía de la República de Taiwán".
"Les pido que sean solidarios con esta nación. Seamos solidarios con quien está bajo el constante asedio proveniente de la otra orilla del Estrecho de Taiwán", aseveró.
También exigió "el silencio inmediato de los tambores de guerra, de las hostilidades y las guerras tanto aquí como en otras zonas del mundo que viven aterradas y en zozobra por conflictos armados producto del autoritarismo y el rechazo el diálogo como vía para solucionar las diferencias".
"Guatemala mantiene inalterable su postura en favor del reconocimiento de Taiwán como una nación independiente, como la única y verdadera nación con la cual promueve ante las Naciones Unidas el derecho de Taipéi de participar en ese foro mundial sobre los principios de inclusividad y universalidad", señaló.
"Mientras otras naciones eligen el interés por encima de la amistad, Guatemala permanece firme", dijo entre aplausos de los diputados taiwaneses.
Asimismo, Giammattei señaló que su país desea "atraer la inversión de Taiwán" y anunció que espera que su ministro de Economía realice una gira por la isla "para dar a conocer aún más las ventajas de invertir en Guatemala".
"Nuestra cooperación es amplia y variada, e incluye productos de infraestructura, agricultura, educación salud y medicina, tecnologías de la comunicación e información, pequeña y mediana empresa, seguridad transporte cultura y fortalecimiento institucional", indicó.
La visita de Giammattei, que incluye una reunión hoy con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, tiene lugar pocas semanas después de que su homóloga taiwanesa visitara Guatemala durante una gira que también incluyó una parada en Belice y dos escalas en Estados Unidos que provocaron airadas protestas de China.
Guatemala -que celebró 62 años de relaciones con la isla en noviembre pasado- y Belice son los dos únicos socios diplomáticos que le quedan a Taiwán en Centroamérica después de que el pasado 26 de marzo Honduras rompiera sus nexos con Taipei para establecerlos con China.
La decisión de Tegucigalpa también convirtió a Honduras en el noveno país -y quinto latinoamericano- que desde 2016 corta con la isla para aliarse con China, sumándose así a Panamá, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua, entre otros.
A raíz de la estancia de Tsai en Guatemala a principios de abril, el Gobierno chino expresó su esperanza de que ese país "se dé cuenta de la tendencia general" y "tome la decisión correcta", según dijo entonces Mao Ning, una de las portavoces del Ministerio chino de Exteriores.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, isla a la que considera un territorio rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra civil contra el ejército comunista en 1949.
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