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El proceso de selección de la nueva Corte Suprema de Justicia tenía como objetivo la escogencia desvinculada de la contaminación política por medio del filtro que realizó la junta nominadora. “Vemos un reparto de magistrados que deprava la intención de una Corte Suprema de Justicia que no tenga color político”, señala el analista Raúl Pineda.
La reforma del poder judicial es trascendental en el país y diferentes representantes de sociedad civil realizaron un trabajo riguroso, técnico y científico que no fue tomado en cuenta en el criterio político de los diputados.
“Al final, los políticos responden a su ADN de buscar magistrados amigos y si es posible, obsequiosos”, agregó Pineda. La política es el arte de la maniobra y la conveniencia, pero deberán los seleccionados mantener la independencia e integridad en su nombramiento. “El poder judicial ha sido por años la cenicienta del gobierno” concluyó el analista.
Por su parte, algunos aspirantes en este proceso señalaron que fueron entrampados, tal es el caso del abogado José María Díaz, quien expresó: “los méritos académicos no son válidos en el criterio político de los diputados”.
Ya que ha sido el periodo más grande en la historia sobre cuatro semanas para que las bancadas brindaran un listado consensuado por los partidos políticos.
Este miércoles, a las cinco de la tarde, se elegirá la nueva Corte Suprema de Justicia y estaría conformada por ocho mujeres y siete hombres que liderarán en la impartición de justicia del país.
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