A pocos días que anunciaran el Plan de Intervención para recuperar la gobernabilidad en los Centros Penales de Honduras, este viernes se registró la segunda reyerta en lo que va de esta semana en la cárcel de Ilama, Santa Bárbara, conocida como “El Pozo”.
Según versiones preliminares, al menos 10 privados de libertad resultaron heridos, durante la balacera que comenzó alrededor de la una de la tarde.
Los reos que fueron heridos de bala fueron trasladados al Hospital General de Santa Bárbara, hasta el momento se desconoce su identidad y estado de salud.
Los relatos de personas que permanecen en los alrededores de la cárcel El Pozo, grabaron el momento en que se produjo el tiroteo y testificaron que el intercambio de disparos duró entre 10 y 15 minutos e incluso se escucharon detonaciones fuertes como las que emiten las granadas.
Se trata de la tercera balacera en los últimos 13 días y la segunda de esta semana tras el anuncio de las estrategias que implementará el gobierno para recobrar la gobernabilidad en las cárceles.
El pasado miércoles 19 de abril se registró una reyerta en El Pozo, en donde se registraron 7 heridos, y el pasado 8 de abril se produjo un tiroteo de manera simultánea en las cuatro cárceles de mayor peligrosidad del país (Ilama, Morocelí, Támara y El Porvenir), que dejo una persona muerta y 11 lesionados.
Ante los hechos violentos, la presidenta Xiomara Castro delegó a la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, para que encabezara la intervención del sistema penitenciario tras los actos de violencia producidos en los últimos días en los centros penitenciarios del país.
Los dos tiroteos registrados en “EL Pozo” se registran a días que la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, anunciara un conjunto de medidas para poner orden en las cárceles del país que implican el bloqueo de llamadas de celulares, un desarme real de los presos y la clasificación de los reos por peligrosidad.
“Desarme Voluntario”
La interventora del sistema penitenciario hondureño ordenó que la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) tomen el control de las cárceles, al tiempo que imploró a los privados de libertad que entreguen las armas de manera voluntaria y que las dejen en el patio de los presidios.
Ante esa petición, el comisionado de la Policía Nacional en condición de retiro Henry Osorto Canales, lamentó que las autoridades de seguridad del país hayan perdido el control de las cárceles y estén suplicando a los reos por un desarme voluntario.
A criterio del experto en temas de seguridad, la interventora tiene que hacer sentir su autoridad y ejecutar operativos minuciosos para desarmar a los privados de libertad, sin pedirles permiso y así evitar más hechos violentos dentro de los centros penales.
“Ese mecanismo voluntario no les va a funcionar, tienen que hacer revisiones en cada celda, porque algunos reos incluso tienen caletas (espacios ocultos), en donde esconden su armamento.
En Honduras durante el gobierno del presidente Ricardo Maduro (2002-2006), se propuso un desarme general, el cual brindó algunos resultados irrisorios, en donde las personas que contaban hasta como 6 armas, entregaban solo 2 para no perder el control recordó el comisionado canales.
Mencionó que "si en esa ocasión la iniciativa no registró buenos resultados que era a nivel general, no digamos en las cárceles que estamos hablando de personas peligrosas, por eso se tiene que utilizar la fuerza sin violar los derechos humanos".
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