La investigación sugiere que se debe dar visibilidad al fenómeno del sexismo, visibilidad al empoderamiento femenino y el uso de algunas estrategias de lenguaje inclusivo
La reconocida investigadora española Rocío Luque, profesora de Lengua Española y Traducción en la Università degli Studi di Trieste (Italia), brindó una interesante conferencia titulada "El español hondureño en la prensa: ¿Existe una perspectiva de género?".
Durante su presentación, Luque compartió cómo se involucró en esta investigación, centrándose en el análisis del español utilizado en los medios de comunicación de Honduras. Como introducción, recordó que el uso de un lenguaje inclusivo y no sexista tiene sus raíces en la década de 1960, pero se consolidó en la siguiente década.
En primer lugar, la investigadora presentó el marco teórico que respalda su estudio, incluyendo la bibliografía relacionada con las medidas sociopolíticas y legislativas a favor de las mujeres que se implementaron desde finales de la década de 1940. Entre estos documentos se encuentran la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), la I Conferencia Mundial sobre la Mujer (1975), el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo, Paz (1976-1985) y la Convención de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979).
En otro apartado, la investigadora destacó la literatura existente sobre el lenguaje de género. Por ejemplo, mencionó obras como "Language and Woman's Place" de Robin Lakoff (1973), "Words of Women" de Casey Miller y Kate Swift (1976) y "The Handbook of Non-Sexist Writing for Writers", también de Miller y Swift. Además, hizo referencia a "Lenguaje y discriminación sexual" de Álvaro García Meseguer (1977), entre otros textos relevantes.
Respecto al tema de la inclusión, la profesora Luque explicó que en el lenguaje existen sustantivos que designan seres animados y, por lo tanto, tienen un género sexual. Estos sustantivos pueden ser heterónimos, es decir, tener una forma para hombres y otra para mujeres (como "ministro" y "ministra", "profesor" y "profesora"). También pueden tener una flexión de género mediante el uso de morfemas, como los pares masculino-femenino (-e/-a, por ejemplo: jefe/jefa) o los morfemas especiales como -iz e -isa (actor/actriz, poeta/poetisa). Sin embargo, algunos sustantivos no tienen una flexión de género clara, como los sustantivos comunes (el/la periodista, el/la cantante) o los sustantivos epicenos (miembro, persona, víctima).
La investigadora también mencionó que tanto las instituciones lingüísticas como los usuarios de la lengua han reaccionado ante estos cambios. Sin embargo, estas recomendaciones se enfrentan a cierta "resistencia", ya que los cambios lingüísticos son influenciados por dos fuerzas principales: una interna, relacionada con la estructura del sistema de género en el lenguaje, y otra externa, relacionada con relacionada con las opiniones y actitudes de los hablantes.
Siguiendo a Álvaro García Meseguer (2001), la investigadora Luque explicó que existen dos tipos de sexismo: el sexismo social y el sexismo lingüístico. Para entenderlos mejor, se presentaron dos ejemplos ilustrativos:
“Si yo digo que “Las mujeres son menos inteligentes que los varones” incurro en sexismo social pero no lingüístico. Y si digo que “Varones y hembras son igualmente inteligentes” incurro en sexismo lingüístico pero no social (la voz hembra es aplicable a mujeres y animales, a diferencia de la voz varón; lo correcto es emplear el par varón-mujer o el par macho-hembra)”.
Estos ejemplos evidencian cómo el sexismo puede manifestarse tanto a nivel social como lingüístico, y la importancia de utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista para promover la igualdad de género en todos los ámbitos.
Objetivos de la conferencia
El objetivo general de la investigación es “observar en qué momento del debate lenguaje-género se encuentra el español en Honduras”. Específicamente, se desea medir el grado y la forma de recepción y aplicación de las directivas internacionales y nacionales sobre la inclusión de la perspectiva de género en la comunicación; examinar qué estrategias de lenguaje inclusivo adoptan los textos periodísticos para una mayor visibilidad de la mujer en la sociedad, y; ponderar el grado de “empoderamiento” atribuido a las mujeres en los textos periodísticos.
Estos objetivos generales y específicos de la investigación buscan proporcionar una visión más clara de la situación actual en cuanto al uso del lenguaje inclusivo y la representación de género en la comunicación y el periodismo en Honduras.
Medidas sociopolíticas en Honduras
Entre las medidas sociopolíticas y legislativas en Honduras que favorecen a las mujeres, se destacan la Comisión Interamericana de Mujeres de la ONU (1992), la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1982), el Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe (1994), la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), el Observatorio de la Igualdad de Género (CEPAL, 2007) y ONU Mujeres (2010). Estas son solo algunas de las documentaciones relevantes presentadas por Luque durante su ponencia.
La investigadora resaltó que no es necesario realizar modificaciones en el lenguaje, como el uso de la arroba (@) y el empleo de la equis (x) para modificar morfemas, o la utilización de términos como "todes" como sustantivos colectivos. Su tesis sostiene que el idioma mismo proporciona las herramientas necesarias para practicar la inclusión en la prensa hondureña.
En ese sentido, la docente encontró algunas recomendaciones, manuales de estilo y guías prácticas en el país, por ejemplo, Diseño Curricular Nacional para la Educación Básica publicado por la Secretaría de Educación en 2002; Inclusión de Género en el Aula (2018) y la Guía Metodológica: Curso de Género y Derechos Humanos de las Mujeres (2019).
Entre las recomendaciones que se desprenden de estos manuales están:
Usar genéricos: “Una delegación de la OEA mantuvo una reunión con *los* solicitantes de asilo político”. Mejor: “Una delegación de la OEA recibió a personas que solicitan asilo político”.
Usar pronombres sin marca de género, u omitirlos si no son necesarios: “Asistieron *los representantes de los Estados miembros de la OEA”. Mejor: “Asistieron representantes de los Estados miembros de la OEA”.
Usar un término de sentido colectivo sin marca de sexo/género: “Los ciudadanos, las personas ciudadanas”.
Usar neutros para las funciones: “El asesor, la asesora” (la asesoría); “el jefe, la jefa” (la jefatura); “el presidente, la presidenta” (la presidencia).
Utilizar perífrasis: “los políticos” (la clase política, la dirigencia política); “los migrantes” (las personas migrantes, la población migrante).
Cabe mencionar que esta investigación se centró en una variedad de periódicos impresos y digitales del país, como La Tribuna, El Heraldo, Proceso Digital, El País y Contexto. Después de una revisión rápida de notas del 1 de mayo, Luque pudo constatar la presencia de sexismo en estos medios de comunicación. Se encontraron 22 resultados en La Tribuna, 9 resultados en El Heraldo, 17 resultados en Proceso Digital, 1 resultado en El País y 2 resultados en Contexto. Por otro lado, se destacó la feminización de las profesiones, como el uso de términos como "presidenta", "mandataria", "abogada" y "ministra", entre otros.
En suma, es importante continuar trabajando en la erradicación del sexismo en los medios de comunicación y promover prácticas inclusivas que reflejen la igualdad de género en todas las áreas y temáticas abordadas por la prensa hondureña, pese al avance en el lenguaje inclusivo y la visibilidad de las mujeres en roles y posiciones de liderazgo.
Como conclusiones generales, la investigación sugiere que se debe dar visibilidad al fenómeno del sexismo, visibilidad al empoderamiento femenino y el uso de algunas estrategias de lenguaje inclusivo (sustantivos comunes, epicenos, colectivos y abstractos).
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