La instrucción de la presidenta Xiomara Castro al Canciller Enrique Reina de abrir relaciones diplomáticas con la República Popular de China ha generado revuelo en la comunidad internacional.
Por Nincy Perdomo
El anuncio de la presidenta Xiomara Castro de abrir relaciones internacionales con la República Popular de China ha conmocionado al cuerpo diplomático asignado a este país, en especial a la Misión Diplomática de China Taiwán. No obstante, las experiencias de otros países de la región centroamericana, como El Salvador y Costa Rica, alientan esperanzas de un nuevo parangón de cooperación internacional con esta potencia mundial.
Para el profesional de las relaciones internacionales, Rafael Segura, "los gobernantes se han visto en la necesidad de readecuar su política exterior en función de lo que más le conviene a su país. Quien ostenta la presidencia de la República ha visto bien y ha tomado a bien esta participación que tiene China a nivel mundial. Recordemos que con el establecimiento de relaciones diplomáticas vienen tratados de libre comercio, reducción de aranceles, abrir la frontera por el flujo comercial, entonces eso es lo que se ha visto con importancia."
"Está en el plan de gobierno de la presidenta Castro que establecería relaciones con la República Popular China. Si la Presidenta tiene a bien anunciar e instruir el establecimiento de este tipo de relaciones es porque ha existido un análisis, un estudio de cómo se van a llevar a cabo estas negociaciones. Recordemos que esto no es algo que pasa de la noche a la mañana," apunta Segura.
Sin embargo, para el ex embajador guatemalteco y profesor de la Universidad George Washington, Francisco Villagrán, las condiciones en las que el resto de países de Centroamérica establecieron relaciones con la República Popular de China son muy diferentes a las actuales. "Costa Rica lo hizo en un momento de estabilidad política interna y en un momento en el que las relaciones entre Estados Unidos y China eran normales. Existían tensiones, sí, pero nada parecido a lo que hemos visto el último año. El caso del Salvador fue diferente; ahí fue una decisión política personal. El presidente Bukele tendría sus motivaciones que habrán tenido que ver también con política interna y sobre todo con sus relaciones en aquel momento con Estados Unidos. (Lo de) Nicaragua también fue una decisión unilateral," aporta el diplomático.
"Hay algo aquí muy importante: es el momento en el que ocurre (la apertura de relaciones con la República Popular China). Esto ocurre en un momento de un nivel de tensión mucho mayor entre Estados Unidos y China. No es un momento en el que un país debería involucrarse en un conflicto de esa magnitud. Se trata de dos potencias mundiales que están enfrentadas. Uno de los temas que ha generado esa tensión es la amenaza de China de recuperar a Taiwán por la fuerza, es decir de intervenir militarmente en Taiwan," apunta Villagrán.
Una de las grandes preocupaciones que el anuncio de Castro ha dejado es el estado de la cooperación taiwanesa en el país, que continúa siendo importantísima para los estados de emergencia en Honduras. Recientemente se suscribió una alianza por la educación, en cuyo marco la representación diplomática de China Taiwán comprometió un monto de dos millones de dólares para desarrollo de infraestructura educativa.
"Con Taiwán estamos hablando de algo diferente; se está cerrando la puerta de una manera abrupta, sin ninguna consideración. Aquí no hay ningún reconocimiento a la cooperación que dio Taiwán por tantas décadas. A China lo que le interesa es un corte abrupto brutal. Le damos la espalda. Yo creo que lo que tenemos que esperar es que ellos hagan lo mismo," puntualizó Villagrán.
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